Descripción
Se analiza a cada paciente a varios niveles –energético, físico y emocional– para deducir dónde está el problema. Se intenta corregir esa carencia y devolverle a esa persona el equilibrio necesario para poder hacerle frente a ese desajuste.
Esta terapia no termina cuando se palian los síntomas de la enfermedad. Por norma general, esta tendencia se convierte en una forma de vida que ayuda, de forma eficiente, a prevenir todo tipo de enfermedades. Genera un cambio de actitud hacia la comprensión integral de la salud y de la enfermedad, y un cambio en los tratamientos para hacerlos menos nocivos.
No tiene porqué actuar sólo, lo puede hacer en colaboración con el médico convencional, procurando potenciar los efectos del tratamiento, reforzar el terreno y mejorar el estado general del paciente. Esta disciplina nunca ha intentado convertirse en una alternativa a la medicina tradicional sino en un complemento.
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